La misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA), lanzada hace dos décadas, se convirtió en una de las más trascendentales de la historia. Desentrañó los misterios de los cometas y proporció insights cruciales sobre los orígenes de nuestro Sistema Solar y la vida en la Tierra.
La misión Rosetta se lanzó el 2 de marzo de 2004 a bordo de un cohete Ariane 5 desde la Guayana Francesa. Su objetivo era ambicioso y complejo: alcanzar y estudiar de cerca el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Para llegar a su destino, Rosetta emprendió un viaje de diez años a través del Sistema Solar. La travesía incluyó tres asistencias gravitatorias de la Tierra y una de Marte, además de sobrevolar dos asteroides, Steins y Lutetia.
El viaje de Rosetta
El viaje no estuvo exento de desafíos. El primero, superar la hibernación. Para ahorrar energía durante su largo viaje al cometa, Rosetta fue puesta en un estado de hibernación espacial durante 31 meses. Desde junio de 2011 hasta enero de 2014, la sonda viajó a través del espacio sin realizar ninguna actividad, hasta que su sistema de alarma la despertó automáticamente para la fase final de su misión.
El segundo, el tripe aterrizaje. Cuando el módulo de aterrizaje Philae llegó al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko en 2014, rebotó no una, sino dos veces antes de finalmente asentarse. Su primer contacto fue en el lugar designado, pero debido a que sus arpones no se dispararon y su sistema de propulsión falló, rebotó y cruzó el cometa para aterrizar en una ubicación completamente diferente, ofreciendo una oportunidad única para estudiar múltiples sitios del cometa. Este aterrizaje produjo unos daños que limitaron la capacidad de la sonda para realizar experimentos. Además, Philae quedó para siempre incrustado en el cometa.
No obstante, a misión proporcionó una riqueza de información. Rosetta logró capturar imágenes detalladas del cometa, analizar su composición y monitorear los cambios a medida que se acercaba al Sol. Estos datos han sido fundamentales para comprender la naturaleza de los cometas, considerados cápsulas del tiempo que contienen material prístino de los inicios del sistema solar.
Descubrimientos de Rosetta
- Presencia de agua con una composición distinta: Rosetta descubrió que el agua en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko tiene una firma isotópica de deuterio a hidrógeno diferente de la encontrada en la Tierra. Esto sugiere que los cometas de la familia de Júpiter posiblemente no fueron la principal fuente de agua para los océanos de la Tierra, desafiando teorías anteriores.
- Moléculas orgánicas complejas: Rosetta identificó aminoácidos, que son los bloques constructores de las proteínas y, por lo tanto, fundamentales para la vida tal como la conocemos. Este hallazgo apoya la idea de que los cometas podrían haber jugado un papel crucial en el origen de la vida en la Tierra.
- Oxígeno molecular (O2) en la atmósfera del cometa: La sonda detectó oxígeno molecular en la atmósfera del cometa. Es un descubrimiento sorprendente porque se pensaba que el oxígeno se habría combinado con otros elementos. La presencia de O2 sugiere que el cometa se formó en un ambiente muy frío y que el oxígeno quedó atrapado en el hielo del cometa desde el inicio del sistema solar.
- Cambio de paisaje y actividad sazonal: Rosetta observó cambios en la superficie del cometa, incluyendo deslizamientos de tierra, erosión y el crecimiento de grietas. Estos cambios estaban relacionados con la actividad estacional del cometa a medida que se acercaba al Sol. Tubo una visión directa de cómo los cometas evolucionan durante sus órbitas.
- Canto del cometa: Rosetta detectó fluctuaciones en el campo magnético alrededor del cometa, que se tradujeron en audibles vibraciones o «cantos». Este fenómeno proporcionó información única sobre la interacción del cometa con el viento solar y el entorno espacial circundante.
- Primera imagen de los chorros de polvo y gas: La misión proporcionó las primeras imágenes de chorros de polvo y gas emitiendo desde la superficie de un cometa. Esto permitió a los científicos estudiar la composición de estos materiales y cómo afectan la órbita y evolución del cometa.
- Descubrimiento de Fosfina: Rosetta también detectó fosfina, un gas en la atmósfera del cometa, que en la Tierra se asocia con la vida. Este descubrimiento sugiere que los cometas podrían tener más complejidad química de lo que se pensaba anteriormente.
Épico final
La misión Rosetta concluyó de manera espectacular con una maniobra de descenso controlado hacia el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko en septiembre de 2016. Esta «colisión» planificada no fue el fin de una misión fallida, sino un último esfuerzo por recoger datos de la superficie del cometa desde una proximidad sin precedentes. Así que fue un final emotivo y científicamente valioso para la misión.