Cohete Vega falla en su lanzamiento: dos satélites perdidos, uno era español

Este ha sido el segundo fallo de este cohete en sus últimos tres vuelos. Los satélites SEOSAT-Ingenio (español) y TARANIS (francés) se perdieron junto al vehículo lanzador.


 

El cohete europeo Vega de la empresa Arianespace sufrió un fallo 8 minutos después de su lanzamiento, luego de despegar desde la plataforma 1 del Centro Espacial de Guayana en la Guayana Francesa a las 01:52 UTC del martes 17 de noviembre.

A bordo se encontraba el satélite SEOSAT-Ingenio (Satélite Español de Observación de la Tierra) de unos 840 kg, el que sería el primer satélite de observación terrestre de España, y se aplicaría en temas militares y civiles. También acompañaba el satélite científico TARANIS de 152 kg, que investigaría eventos energéticos en la magnetósfera, ionósfera y atmósfera.
Ambos iban a ser llevados a una órbita heliosíncrona de unos 668 km de altura.

 

El satélite español SEOSAT-Ingenio / ESA – P. Carril

Tras un vuelo exitoso de la primera (P80), segunda (Zefiro 23) y tercera etapa (Zefiro 9) de propelentes sólidos, el vehículo comenzó el encendido de la etapa superior AVUM (Attitude Vernier Upper Module) de propelente hipergólico. Segundos después, se notó una ligera desviación en la telemetría mostrada por Arianespace, antes de que cortaran los datos, causada posiblemente por un rendimiento menor al deseado en el motor.

Stéphane Israël, CEO de la empresa, confirmó la pérdida de misión luego de que no se reportara la adquisición de señal del cohete en una de las estaciones terrestres que se tenían en Australia.

Debido al momento avanzado en el vuelo cuando se registró la anomalía, el lanzador junto a los dos satélites lograron ganar bastante velocidad. Jonathan McDowell, un reconocido astrónomo estadounidense, calculo que la reentrada destructiva de estos objetos pudo haber ocurrido cerca del polo norte del planeta.

 

Trayectoria del vehículo lanzador / @planet4589 en Twitter

Aunque el Vega hubiera dejado a ambos satélites en una órbita mucho más baja a lo planeado, pudiera haber sido posible que se salvaran encendiendo sus propios motores, aunque sacrificarían bastante tiempo de vida útil.