Un cohete suborbital New Shepard de Blue Origin lanzó exitosamente una misión suborbital no tripulada. La misión NS-29 consistió en enviar 29 cargas útiles en la cápsula con la finalidad de experimentar con la microgravedad inducida por la propia cápsula. La cápsula fue comandada para que rotase a una velocidad específica diseñada para simular la gravedad lunar. Dicha gravedad lunar fue utilizada por los experimentos para desarrollar y probar nuevas tecnologías que ayuden en los próximos alunizajes del Programa Artemis, entre otros usos.